viernes, 30 de agosto de 2013

Romeo o Romero?

Ser en la vida romero, 
romero solo que cruza siempre por caminos nuevos. 
Ser en la vida romero, 
sin más oficio, sin otro nombre y sin pueblo. 
Ser en la vida romero... sólo romero. 
Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el 
cuerpo, 
pasar por todo una vez, una vez solo y ligero, 
ligero, siempre ligero.

Que no se acostumbre el pie a pisar el mismo suelo, 
ni el tablado de la farsa, ni la losa de los templos
para que nunca recemos 
como el sacristán los rezos, 
ni como el cómico viejo digamos los versos. 
La mano ociosa es quien tiene más fino el tacto en los dedos, 
decía el príncipe Hamlet, 
viendo cómo cavaba una fosa y cantaba al mismo tiempo
un sepulturero. 
No sabiendo los oficios los haremos con respeto. 
Para enterrar a los muertos 
como debemos 
cualquiera sirve, cualquiera... menos un sepulturero.
Un día todos sabemos 
hacer justicia. Tan bien como el Rey hebreo 
la hizo Sancho el escudero 
y el villano Pedro Crespo. 
Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el 
cuerpo. 
Pasar por todo una vez, una vez solo y ligero, 
ligero, siempre ligero. 

Sensibles a todo viento 
y bajo todos los cielos, 
poetas, nunca cantemos 
la vida de un mismo pueblo 
ni la flor de un huerto. 
Que sean todos los pueblos 
y todos los huertos nuestros.

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